Fondare 2158 Risultati per: mar

  • También oí que todas las criaturas que están en el cielo, sobre la tierra, debajo de ella y en el mar, y todo lo que hay en ellos, decían: «Al que está sentado sobre el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y poder, por los siglos de los siglos». (Apocalipsis 5, 13)

  • Y vi aparecer un caballo amarillo. Su jinete se llamaba «Muerte», y el Abismo de la muerte lo seguía. Y recibió poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar por medio de la espada, del hambre, de la peste y de las fieras salvajes. (Apocalipsis 6, 8)

  • Después de esto, vi a cuatro Ángeles que estaban de pie en los cuatro puntos cardinales y sujetaban a los cuatro vientos para que no soplaran sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre los árboles. (Apocalipsis 7, 1)

  • Luego vi a otro Ángel que subía del Oriente, llevando el sello del Dios vivo. Y comenzó a gritar con voz potente a los cuatro Ángeles que habían recibido el poder de dañar a la tierra y al mar: (Apocalipsis 7, 2)

  • «No dañen a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios». (Apocalipsis 7, 3)

  • Oí entonces el número de los que habían sido marcados: eran 144.000, pertenecientes a todas las tribus de Israel. (Apocalipsis 7, 4)

  • Cuando el segundo Ángel tocó la trompeta, se precipitó sobre el mar una masa incandescente, grande como una montaña: la tercera parte del mar se convirtió en sangre; (Apocalipsis 8, 8)

  • El astro se llamaba «Ajenjo». La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y murieron muchos hombres que bebieron de esas aguas, porque se habían vuelto amargas. (Apocalipsis 8, 11)

  • Se les ordenó que no dañaran las praderas ni las plantas ni los árboles, sino solamente a los hombres que no llevaran la marca de Dios sobre la frente. (Apocalipsis 9, 4)

  • y en su mano tenía abierto un libro pequeño. Puso su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra, (Apocalipsis 10, 2)

  • Y el Ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano derecha hacia el cielo, (Apocalipsis 10, 5)

  • y juró por aquel que vive por los siglos de los siglos, por el que ha creado el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, diciendo: «¡Se acabó el tiempo de la espera! (Apocalipsis 10, 6)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina