1. Aquel día dirás: Yo te doy gracias, Señor, porque estabas irritado contra mí, pero tu cólera ha amainado y me has consolado.

2. Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.

3. Sacaréis agua con alegría de la fuente de la salvación.

4. Y diréis aquel día: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, proclamad sus proezas entre las naciones, repetid que su nombre es sublime.

5. Cantad al Señor, porque ha hecho maravillas; toda la tierra lo conozca.

6. Exulta, grita de júbilo, habitante de Sión, pues grande es en ti el Santo de Israel.





“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina