Encontrados 101 resultados para: Abraham e Ismael

  • Estos son los hijos de Ismael y éstos son los nombres de sus pueblos y campamentos. Fueron doce, caudillos de sus respectivas tribus. (Génesis 25, 16)

  • Ismael vivió ciento treinta y siete años. Luego murió y fue a juntarse con sus antepasados. (Génesis 25, 17)

  • Se dirigió a Ismael y tomó por esposa, además de las que tenía, a Majalat, hija de Ismael, hijo de Abrahán, y hermana de Nebayot. (Génesis 28, 9)

  • Te daré la tierra que di a Abraham e Isaac, y la daré a tus descendientes después de ti...» (Génesis 35, 12)

  • Volvió Jacob a la casa de su padre Isaac, a Mambré, junto a Quiryat-Arbe, (es decir, Hebrón), donde Abraham e Isaac habían vivido como forasteros. (Génesis 35, 27)

  • y a Basemat, hija de Ismael y hermana de Nebayot. (Génesis 36, 3)

  • Luego bendijo a José diciendo: «Que el Dios ante el cual caminaron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde el día en que nací hasta hoy, (Génesis 48, 5)

  • el Angel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos muchachos. Que en ellos se perpetúe mi nombre y el nombre de mis padres Abraham e Isaac. Que lleguen a ser muy numerosos en esta tierra.» (Génesis 48, 16)

  • o sea, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en el país de Canaán, el campo que Abraham compró a Efrón el hitita como lugar de su propiedad para sepulturas. (Génesis 49, 30)

  • Allí fue sepultado Abraham y su esposa Sara. Allí también fue sepultado Isaac y su esposa Rebeca, y allí sepulté yo a Lía. (Génesis 49, 31)

  • Lo trasladaron al país de Canaán y lo sepultaron en la cueva que hay en el campo de Macpelá, frente a Mambré, campo que Abraham había comprado a Efrón el hitita, como su propiedad para sepulturas. (Génesis 50, 13)

  • José dijo a sus hermanos: «Yo voy a morir, pero tengan la plena seguridad de que Dios los visitará y los hará subir de este país a la tierra que juró dar a Abraham, Isaac y Jacob.» (Génesis 50, 24)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina