Znaleziono 277 Wyniki dla: Babilonia

  • El rey de Asiria trajo gentes de Babilonia, de Cutá, de Avá, de Jamat y de Sefarváyim, y las instaló en las ciudades de Samaría, en lugar de los israelitas; tomaron posesión de Samaría y habitaron en sus ciudades. (II Reyes 17, 24)

  • Los de Babilonia hicieron a Sucot Benot; los de Cutá, a Nergal; los de Jamat, a Asima; (II Reyes 17, 30)

  • Por aquel tiempo, Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías, al saber que se había curado de su enfermedad. (II Reyes 20, 12)

  • Pero el profeta Isaías se presentó al rey Ezequías y le dijo: "¿Qué han dicho estos hombres o de dónde han venido a ti?". Ezequías respondió: "Han venido de la lejana Babilonia". (II Reyes 20, 14)

  • Vienen días en que lo que hay en tu casa y lo que tus padres atesoraron hasta el día de hoy será llevado a Babilonia. No quedará nada, dice el Señor. (II Reyes 20, 17)

  • A tus propios hijos los llevarán a Babilonia, para convertirlos en eunucos en la corte del rey". (II Reyes 20, 18)

  • En su tiempo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo atacó, y Joaquín le estuvo sometido durante tres años; pero luego se rebeló contra él. (II Reyes 24, 1)

  • El rey de Egipto no volvió a salir más de su país, porque el rey de Babilonia había conquistado todas sus posesiones desde el torrente de Egipto hasta el río Éufrates. (II Reyes 24, 7)

  • En su tiempo las tropas de Nabucodonosor, rey de Babilonia, fueron contra Jerusalén, y la sitiaron. (II Reyes 24, 10)

  • Nabucodonosor mismo, rey de Babilonia, llegó mientras sus tropas sitiaban la ciudad. (II Reyes 24, 11)

  • Entonces Jeconías, rey de Judá, salió al encuentro del rey de Babilonia, él y su madre, sus cortesanos, sus magnates y sus eunucos. Y el rey de Babilonia los capturó al año octavo de su reinado. (II Reyes 24, 12)

  • Llevó cautivos a Babilonia a Jeconías y a la madre del rey, a sus mujeres, a sus eunucos y a los nobles del país. (II Reyes 24, 15)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina