Znaleziono 316 Wyniki dla: desierto

  • Y yo os hice subir a vosotros del país de Egipto y os llevé por el desierto cuarenta años, para que poseyeseis la tierra del amorreo. (Amós 2, 10)

  • ¿Acaso sacrificios y oblaciones en el desierto me ofrecisteis, durante cuarenta años, casa de Israel? (Amós 5, 25)

  • El extenderá su mano contra el norte, destruirá a Asur, y dejará a Nínive en desolación, árida como el desierto. (Sofonías 2, 13)

  • y a Esaú le odié. Entregué sus montes a la desolación y su heredad a los chacales del desierto. (Malaquías 1, 3)

  • Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: (Mateo 3, 1)

  • Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. (Mateo 3, 3)

  • Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. (Mateo 4, 1)

  • Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? (Mateo 11, 7)

  • Le dicen los discípulos: «¿Cómo hacernos en un desierto con pan suficiente para saciar a una multitud tan grande?» (Mateo 15, 33)

  • «Así que si os dicen: "Está en el desierto", no salgáis; "Está en los aposentos", no lo creáis. (Mateo 24, 26)

  • Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas, (Marcos 1, 3)

  • apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. (Marcos 1, 4)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina