1. Canción para las subidas. Alzo mis ojos a los montes: ¿de dónde vendrá mi auxilio?

2. Mi auxilio me viene de Yahveh, que hizo el cielo y la tierra.

3. ¡No deje él titubear tu pie! ¡no duerme tu guardián!

4. No, no duerme ni dormita el guardián de Israel.

5. Yahveh es tu guardián, tu sombra, Yahveh, a tu diestra.

6. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.

7. Te guarda Yahveh de todo mal, él guarda tu alma;

8. Yahveh guarda tus salidas y entradas, desde ahora y por siempre.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina