Fondare 65 Risultati per: Rubén

  • Los de Rubén y los de Gad llamaron al altar "Testimonio", porque dijeron: "Es un testimonio para nosotros de que el Señor es Dios". (Josué 22, 34)

  • Los príncipes de Isacar están con Débora, Isacar fue el apoyo de Barac, pues se lanzó tras él al valle. En los clanes de Rubén hay grandes decisiones. (Jueces 5, 15)

  • ¿Por qué te quedaste en tus apriscos, escuchando las flautas de los pastores? En los clanes de Rubén hay grandes decisiones. (Jueces 5, 16)

  • Éstos son los doce hijos de Israel: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, (I Crónicas 2, 1)

  • Hijos de Rubén, primogénito de Israel. (Rubén era, en efecto, el primogénito; pero cuando profanó el lecho de su padre pasó el derecho de la primogenitura a los hijos de José, hijo de Israel, y perdió la primogenitura. (I Crónicas 5, 1)

  • Hijos de Rubén, primogénito de Israel: Henoc, Falú, Jesrón y Carmí. (I Crónicas 5, 3)

  • Belá, hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de Joel. Rubén fue quien se estableció en Aroer, extendiéndose hasta Nebo y Baal Meón. (I Crónicas 5, 8)

  • Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, hombres guerreros, portadores del escudo y de la espada, diestros en el manejo del arco y hábiles en el arte de la guerra, en número de 44.760, aptos para las armas, (I Crónicas 5, 18)

  • (48 )A los hijos de Merarí y sus clanes, doce ciudades de las tribus de Rubén, de Gad y de Zabulón. (I Crónicas 6, 63)

  • (63 )del otro lado del Jordán, frente a Jericó, al oriente del Jordán, de la tribu de Rubén: Béser y Yahsa con sus ejidos, (I Crónicas 6, 78)

  • de Transjordania, de la tribu de Rubén, Gad y la otra media de Manasés, 120.000 hombres perfectamente equipados para la guerra. (I Crónicas 12, 38)

  • El rey David nombró a 2.700 hermanos de Yerías, hombres valerosos y jefes de familias, como inspectores de las tribus de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés, en todos los asuntos referentes a Dios y al rey. (I Crónicas 26, 32)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina