Fondare 59 Risultati per: Mardoqueo
Pero nada me importa todo esto, mientras vea al judío Mardoqueo sentado a la puerta real". (Ester 5, 13)
Su mujer, Zeres, y sus amigos le respondieron: "Manda preparar un patíbulo de veinticinco metros de altura, y mañana por la mañana propón al rey que se cuelgue en él a Mardoqueo, y así irás contento con el rey al banquete". Agradó la propuesta a Amán, y ordenó que se preparase el patíbulo. (Ester 5, 14)
Allí estaba escrita la denuncia de Mardoqueo al rey sobre la conjura de Bigtán y Teres, eunucos guardias de la puerta, confabulados para matar al rey. (Ester 6, 2)
El rey preguntó: "¿Qué honor y dignidad se le concedieron a Mardoqueo por esto?". Los servidores respondieron: "Absolutamente nada". (Ester 6, 3)
El rey prosiguió: "¿Quién está en el patio?". (En aquel momento acababa de entrar Amán en el patio exterior de palacio para pedir al rey que se colgase a Mardoqueo en el patíbulo que él había preparado). (Ester 6, 4)
"Toma en seguida las vestiduras y el caballo haz lo que has dicho con el judío Mardoqueo, que está sentado en la puerta real. No omitas nada de lo que has dicho". (Ester 6, 10)
Amán tomó los vestidos y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo montó en el caballo en la plaza de la ciudad, gritando ante él: "Así se trata a quien el rey quiere honrar". (Ester 6, 11)
Mardoqueo volvió luego a la puerta real, mientras Amán volvía a su casa triste y descompuesto. (Ester 6, 12)
Refirió a su mujer, Zeres, y a todos sus amigos lo que había sucedido. Ellos le dijeron: "Comienzas a declinar ante Mardoqueo; si pertenece a la raza judía, no podrás nada contra él, sino que caerás ante él". (Ester 6, 13)
Harbona, uno de los eunucos del servicio del rey, dijo: "La horca de veinticinco metros de altura que Amán ha preparado para Mardoqueo, que habló en favor del rey, está en casa de Amán". El rey dijo: "Colgadlo". (Ester 7, 9)
Amán fue ahorcado en el patíbulo que había preparado para Mardoqueo, y entonces se aplacó la ira del rey. (Ester 7, 10)
Aquel mismo día el rey Asuero regaló a la reina Ester la casa de Amán, el enemigo de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey, pues Ester le había revelado lo que era para ella. (Ester 8, 1)