Fondare 1173 Risultati per: Alegría de David

  • Saúl se decía: "Se la daré a él para que le sirva de lazo y la mano de los filisteos caiga sobre él". Y Saúl dijo por segunda vez a David: "Hoy serás mi yerno". (I Samuel 18, 21)

  • Saúl dio esta orden a sus siervos: "Hablad en secreto a David y decidle: El rey te estima y todos sus servidores te aman; debes ser yerno del rey". (I Samuel 18, 22)

  • Los siervos de Saúl dijeron todo esto en secreto a David. David les respondió: "¿Os parece poca cosa llegar a ser yerno del rey? Yo soy poco y de baja condición". (I Samuel 18, 23)

  • Los siervos de Saúl le refirieron lo que David había dicho. (I Samuel 18, 24)

  • Saúl repuso: "Decid a David: El rey no quiere dote, sino cien prepucios de filisteos para venganza de los enemigos del rey". Saúl tramaba hacer caer a David en manos de los filisteos. (I Samuel 18, 25)

  • Los servidores de Saúl se lo dijeron, y a David le agradó esta proposición para llegar a ser yerno del rey. (I Samuel 18, 26)

  • Antes de que se pasara el plazo fijado, David salió con sus gentes, mató a doscientos filisteos, llevó los prepucios y se los entregó al rey para ser su yerno. Y Saúl le dio por mujer a su hija Mical. (I Samuel 18, 27)

  • Viendo Saúl que el Señor estaba con David y que todo Israel le apreciaba, (I Samuel 18, 28)

  • tuvo más miedo a David y fue su enemigo durante toda su vida. (I Samuel 18, 29)

  • Los jefes de los filisteos hacían incursiones, y en todas ellas David obtenía mayor éxito que todos los demás servidores de Saúl. Y así su nombre se hizo muy famoso. (I Samuel 18, 30)

  • Saúl comunicó a su hijo Jonatán y a todos sus siervos su intención de hacer morir a David. Entonces Jonatán, que quería mucho a David, (I Samuel 19, 1)

  • Jonatán habló bien de David a su padre Saúl. Y añadió: "No peque el rey contra su siervo David, porque él no ha cometido falta alguna contra ti; al contrario, sus acciones te han sido sumamente útiles. (I Samuel 19, 4)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina