Fondare 32 Risultati per: planes

  • Pero el proyecto del Señor subsiste siempre, sus planes prosiguen a lo largo de los siglos. (Salmos 33, 11)

  • Esa gente no quiere la paz para los pacíficos del país; siniestros planes han maquinado (Salmos 35, 20)

  • Los que esperan mi muerte hacen planes, me amenazan los que me desean lo peor, y rumian sus traiciones todo el día. (Salmos 38, 13)

  • Pues mis enemigos hablan contra mí y los que esperan mi muerte hacen sus planes. (Salmos 71, 10)

  • transpiran por sus poros la maldad, su corazón desborda de planes ambiciosos. (Salmos 73, 7)

  • El Señor conoce los planes de los hombres y sabe que sólo viento son. (Salmos 94, 11)

  • Nicanor, al ver que sus planes habían sido descubiertos, salió en busca de Judas, pero para combatirlo, y lo encontró cerca de Cafarsalama. (1 Macabeos 7, 31)

  • Báquides se puso en camino con numerosas tropas. Mandó clandestinamente cartas a sus partidarios de Judea para que tomaran preso a Jonatán y a los suyos, pero no tuvieron éxito, porque fueron descubiertos sus planes. (1 Macabeos 9, 60)

  • Por su parte, el rey Tolomeo se apoderó de las ciudades de la costa hasta Seleucia Marítima, pues hacía planes contra el rey Alejandro. (1 Macabeos 11, 8)

  • Penetrará en los planes de Dios y en el conocimiento: meditará los secretos del Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 7)

  • ¡Ay de los que disimulan sus planes y creen que se esconden de Yavé! Traman sus proyectos en la oscuridad, y luego dicen: «¿Quién nos ve, quién lo sabe?» (Isaías 29, 15)

  • Yo confirmo las palabras de mi servidor y hago que resulten los planes de mis mensajeros. Yo digo a Jerusalén: «Volverás a ser habitada.» Y a las ciudades de Judá: «Serán reconstruidas, pues las levantaré de entre sus ruinas.» (Isaías 44, 26)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina