Fondare 1067 Risultati per: Saúl y David
Saúl dijo a su muchacho: «Tienes razón; vamos.» Y se fueron a la ciudad donde vivía el hombre de Dios. (1 Samuel 9, 10)
Cuando Saúl subía con su muchacho por la cuesta de la ciudad de Ramá, encontraron a unas muchachas que salían a buscar agua y les preguntaron: «¿Está aquí el vidente?» ( (1 Samuel 9, 11)
Ahora bien, la víspera de la venida de Saúl, Yavé había hecho esta revelación a Samuel: (1 Samuel 9, 15)
Cuando Samuel vio a Saúl, Yavé le indicó: «Este es el hombre del que te he hablado; él gobernará a mi pueblo.» (1 Samuel 9, 17)
Saúl se acercó a Samuel (estaban en la puerta de la ciudad) y le dijo: «Indícame, por favor, dónde está la casa del vidente.» (1 Samuel 9, 18)
Samuel respondió a Saúl: «Yo soy el vidente. Sube delante de mí al santuario. Hoy comerás conmigo. Mañana te despediré y te contestaré todas tus preguntas. (1 Samuel 9, 19)
Saúl respondió: «Yo soy de la tribu de Benjamín, la más pequeña de Israel. Y mi familia es la más pequeña de Benjamín. ¿Por qué me dices estas cosas?» (1 Samuel 9, 21)
Samuel tomó a Saúl y a su muchacho, los invitó a entrar en la sala y los hizo sentarse en la cabecera de la mesa, donde había treinta personas. (1 Samuel 9, 22)
El cocinero tomó el pernil con la cola y lo puso delante de Saúl, diciéndole: «Esto fue especialmente reservado para ti; sírvetelo.» Aquel día Saúl comió con Samuel. (1 Samuel 9, 24)
Bajaron del santuario a la ciudad. Prepararon para Saúl una cama en la terraza, donde se acostó. (1 Samuel 9, 25)
Cuando amaneció, Samuel llamó a Saúl y le dijo: «Levántate, que voy a despedirte.» Se levantó Saúl y salieron los dos fuera. (1 Samuel 9, 26)
Habían bajado hasta las afueras de la ciudad cuando Samuel dijo a Saúl: «Dile a tu muchacho que siga caminando; tú, en cambio, detente aquí, pues tengo que comunicarte un recado de parte de Dios.» (1 Samuel 9, 27)