Talált 442 Eredmények: descendientes de Aarón
Acrecentó así la gloria de Aarón y le asignó una heredad; le dio en porción las primicias de los frutos y el pan en abundancia; (Eclesiástico 45, 20)
También hizo Dios un pacto con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá. La sucesión real pasa sólo a uno de sus hijos, mientras que la herencia de Aarón pasa a toda su posteridad. (Eclesiástico 45, 25)
todos los hijos de Aarón en su gloria, con los sacrificios del Señor en sus manos ante toda la asamblea de Israel, (Eclesiástico 50, 13)
entonces gritaban los hijos de Aarón, tocaban las trompetas de metal bruñido, dejando oír un potente sonido, como memorial ante el altísimo. (Eclesiástico 50, 16)
Y colgarán de ella toda la gloria de la casa de su padre -vástagos y descendientes-, toda la vasija menuda, desde las copas hasta las jarras. (Isaías 22, 24)
En cuanto a mí, éste es mi pacto con ellos, dice el Señor: Mi espíritu, que reposa en ti, y mis palabras, que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes -dice el Señor- desde ahora y por siempre. (Isaías 59, 21)
así como tampoco les faltarán a los sacerdotes levitas descendientes que vengan ante mí a ofrecerme holocaustos, a quemar ofrendas y a celebrar sacrificios diariamente. (Jeremías 33, 18)
jamás rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, ni dejaré de tomar de sus descendientes príncipes que gobiernen la posteridad de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Pues voy a cambiar su suerte y a tener piedad de ellos. (Jeremías 33, 26)
Se han observado las órdenes de Jonadab, hijo de Recab, que prohibió a sus descendientes beber vino, y ellos, fieles al mandato de su antepasado, no lo han bebido hasta el presente. En cambio, yo os he hablado a vosotros insistentemente, sin cansarme y no me habéis escuchado. (Jeremías 35, 14)
En cambio, los sacerdotes levitas, descendientes de Sadoc, que se mantuvieron fieles al servicio de mi santuario cuando los israelitas se extraviaron lejos de mí, serán quienes se acerquen a mí para servirme y quienes lleguen a mi presencia a ofrecerme la grasa y la sangre, dice el Señor Dios. (Ezequiel 44, 15)
Una vez afirmado su imperio será destrozado y dividido a los cuatro vientos del cielo. No pasará a sus hijos, ni tendrá el mismo poder; su reino será exterminado y pasará a otros, excluidos sus descendientes. (Daniel 11, 4)
Yo te saqué de Egipto, de la casa de esclavitud te rescaté y mandé a tu frente a Moisés, Aarón y María. (Miqueas 6, 4)