Talált 23 Eredmények: astros

  • Cuando mires al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todos los astros del firmamento, no te dejes seducir hasta postrarte ante ellos para rendirles adoración. El Señor, tu Dios, los ha dado en suerte a todos los pueblos que hay bajo los cielos. (Deuteronomio 4, 19)

  • Abandonaron todos los preceptos del Señor, su Dios, se hicieron dos becerros de bronce fundido y un cipo sagrado y adoraron a todos los astros del cielo y a Baal. (II Reyes 17, 16)

  • Reconstruyó las colinas que su padre Ezequías había destruido; levantó altares a Baal, y un cipo sagrado, como había hecho Acaz, rey de Israel; adoró a todos los astros del cielo y les rindió culto. (II Reyes 21, 3)

  • Y levantó altares a todos los astros del cielo en los dos atrios del templo del Señor. (II Reyes 21, 5)

  • El rey ordenó al sumo sacerdote Jelcías, al sacerdote segundo y a los guardianes de la puerta sacar fuera del templo del Señor todos los utensilios del culto de Baal, de Aserá y de los astros del cielo; los quemó a las afueras de Jerusalén en los campos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel. (II Reyes 23, 4)

  • Luego suprimió los sacerdotes idólatras que los reyes de Judá habían instituido y que habían quemado incienso en las colinas, en las ciudades de Judá y en los aledaños de Jerusalén; suprimió también a los que habían quemado incienso a Baal, al sol, a la luna, a los planetas y todos los astros del cielo. (II Reyes 23, 5)

  • Reconstruyó las colinas que su padre Ezequías había destruido, levantó altares a Baal, hizo imágenes de Aserá y adoró a todos los astros del cielo y les rindió culto. (II Crónicas 33, 3)

  • Levantó altares a todos los astros del cielo en los dos atrios del templo del Señor. (II Crónicas 33, 5)

  • ¡Tú solo, Señor, eres el único! Tú hiciste los cielos, el cielo de los cielos y todas sus estrellas, la tierra y todo cuanto encierra, los mares y todo lo que contienen; a todo ello tú le das la vida, y todos los astros del cielo te adoran. (Nehemías 9, 6)

  • ¿No está Dios en la cima de los cielos? ¡Mira qué alta es la cumbre de los astros! (Job 22, 12)

  • El olor intolerable hacía que nadie se acercara a llevar a aquel que poco antes pensaba tocar los astros del cielo con su mano. (II Macabeos 9, 10)

  • los ciclos del año y las posiciones de los astros, (Sabiduría 7, 19)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina