Talált 61 Eredmények: Damasco
El rey de Asiria lo escuchó, atacó a Damasco y la conquistó; deportó sus habitantes a Quir, y mató a Rasín. (II Reyes 16, 9)
El rey Acaz fue a Damasco al encuentro de Teglat-Falasar, rey de Asiria. Al ver el altar que había en Damasco, envió al sacerdote Urías las dimensiones del altar y un plano exacto del mismo. (II Reyes 16, 10)
Y el sacerdote Urías construyó el altar, tal y como le había ordenado el rey Acaz desde Damasco, antes de que regresase de Damasco. (II Reyes 16, 11)
Cuando el monarca llegó de Damasco y vio el altar, se acercó y (II Reyes 16, 12)
Los sirios de Damasco fueron a socorrer a Hadadézer, rey de Sobá, y David mató a veintidós mil sirios. (I Crónicas 18, 5)
David puso guarnición en Siria de Damasco, y los sirios le quedaron sometidos y le pagaron tributo. El Señor daba la victoria a David por dondequiera que iba. (I Crónicas 18, 6)
Entonces Asá tomó la plata y el oro del templo y del palacio real y lo envió a Ben Hadad, rey de Siria, residente en Damasco, con este mensaje: (II Crónicas 16, 2)
Al cabo de un año, el ejército de Siria, penetró en Judá y Jerusalén, mató a todos los jefes del pueblo y llevó todo el botín al rey de Damasco. (II Crónicas 24, 23)
El Señor, su Dios, lo entregó en manos del rey de Siria, que lo derrotó, haciéndole gran número de prisioneros, que fueron conducidos cautivos a Damasco. Fue entregado también en manos del rey de Israel, que le infligió una gran derrota. (II Crónicas 28, 5)
Ofreció sacrificios a los dioses de Damasco, que lo habían derrotado, pues se decía: "Puesto que los dioses de los reyes de Siria les ayudan, voy a ofrecerles sacrificios para que me ayuden también a mí". Pero éstos fueron la causa de su ruina y de la de todo Israel. (II Crónicas 28, 23)
Nabucodonosor, rey de Asiria, envió emisarios a todos los habitantes de Persia y a todos los de las regiones occidentales, a los de Cilicia, Damasco, Líbano y Antilíbano, a todos los del litoral, (Judit 1, 7)
Entonces Nabucodonosor se llenó de ira contra todas estas regiones y juró por su trono y por su imperio vengarse con su espada de las regiones de Cilicia, de Damasco y de Siria, así como de todos los habitantes de Moab, Amón, Judea y Egipto hasta los límites de los dos mares. (Judit 1, 12)