Talált 454 Eredmények: fuego

  • Dijo entonces Moisés a Aarón: «Toma el incensario, ponle fuego del que hay sobre el altar, echa incienso y vete rápidamente donde la comunidad a expiar por ellos. Porque ha salido ya la Cólera de la presencia de Yahveh y ha comenzado la Plaga.» (Números 17, 11)

  • Porque fuego ha salido de Jesbón, una llama de la ciudad de Sijón: ha devorado Ar Moab, ha tragado las alturas del Arnón. (Números 21, 28)

  • Su posteridad ha perecido, desde Jesbón hasta Dibón, y hemos dado fuego desde Nofaj hasta Mádaba. (Números 21, 30)

  • La tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando el fuego devoró a 250 hombres, para que sirvieran de escarmiento. (Números 26, 10)

  • Nadab y Abihú murieron al ofrecer fuego profano delante de Yahveh. (Números 26, 61)

  • Dieron fuego a todas las ciudades en que habitaban y a todos sus campamentos. (Números 31, 10)

  • todo lo que puede pasar por el fuego, lo pasaréis por el fuego y quedará puro. Pero será purificado con las aguas lustrales. Pero todo lo que no pueda pasar por el fuego lo pasaréis por las aguas.» (Números 31, 23)

  • ¡Y ahora vosotros os alzáis a imitación de vuestros padres, comos retoño de hombres pecadores, para atizar más el fuego de la ira de Yahveh contra Israel! (Números 32, 14)

  • que era el que os precedía en el camino y os buscaba lugar donde acampar, con el fuego durante la noche para alumbrar el camino que debíais seguir, y con la nube durante el día. (Deuteronomio 1, 33)

  • Yahveh os habló de en medio del fuego; vosotros oíais rumor de palabras, pero no percibíais figura alguna, sino sólo una voz. (Deuteronomio 4, 12)

  • Tened mucho cuidado de vosotros mismos: puesto que no visteis figura alguna el día en que Yahveh os habló en el Horeb de en medio del fuego, (Deuteronomio 4, 15)

  • porque Yahveh tu Dios es un fuego devorador, un Dios celoso. (Deuteronomio 4, 24)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina