Talált 348 Eredmények: derrota de los enemigos
En cuanto al Evangelio, son enemigos para vuestro bien; pero en cuanto a la elección amados en atención a sus padres. (Romanos 11, 28)
Porque debe él reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. (I Corintios 15, 25)
porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora, y los enemigos son muchos. (I Corintios 16, 9)
Porque muchos viven según os dije tantas veces, y ahora os lo repito con lágrimas, como enemigos de la cruz de Cristo, (Filipenses 3, 18)
Y a vosotros, que en otro tiempo fuisteis extraños y enemigos, por vuestros pensamientos y malas obras, (Colosenses 1, 21)
éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres, (I Tesalonicenses 2, 15)
desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, (II Timoteo 3, 3)
Y ¿a qué ángel dijo alguna vez: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies? (Hebreos 1, 13)
En efecto, este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote de Dios Altísimo, que salió al encuentro de Abraham cuando regresaba de la derrota de los reyes, y le bendijo, (Hebreos 7, 1)
esperando desde entonces hasta que sus enemigos sean puestos por escabel de sus pies. (Hebreos 10, 13)
Si alguien pretendiera hacerles mal, saldría fuego de su boca y devoraría a sus enemigos; si alguien pretendería hacerles mal, así tendría que morir. (Apocalipsis 11, 5)
Oí entonces una fuerte voz que les decía desde el cielo: «Subid acá.» Y subieron al cielo en la nube, a la vista de sus enemigos. (Apocalipsis 11, 12)