Talált 395 Eredmények: cruz de Cristo
Jesús, tomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? (Marcos 12, 35)
Entonces, si alguno os dice: "Mirad, el Cristo aquí" "Miradlo allí", no lo creáis. (Marcos 13, 21)
Pero él seguía callado y no respondía nada. El Sumo Sacerdote le preguntó de nuevo: «¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?» (Marcos 14, 61)
Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. (Marcos 15, 21)
¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!» (Marcos 15, 30)
¡El Cristo, el Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estaban crucificados. (Marcos 15, 32)
quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una piedra sobre la entrada del sepulcro. (Marcos 15, 46)
os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; (Lucas 2, 11)
Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. (Lucas 2, 26)
Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; (Lucas 3, 15)
Salían también demonios de muchos, gritando y diciendo: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él, conminaba y no les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo. (Lucas 4, 41)
Les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contestó: «El Cristo de Dios.» (Lucas 9, 20)