Talált 17 Eredmények: Abigail

  • El hombre se llamaba Nabal y su mujer se llamaba Abigaíl; ella era muy prudente y hermosa, pero el hombre era duro y de mala conducta. Era calebita. (I Samuel 25, 3)

  • Uno de los servidores avisó a Abigaíl, mujer de Nabal, diciendo: «Mira que David ha enviado mensajeros desde el desierto para saludar a nuestro amo, y se ha lanzado contra ellos. (I Samuel 25, 14)

  • Tomó Abigaíl a toda prisa doscientos panes y dos ordres de vino, cinco carneros ya preparados, cinco arrobas de trigo tostado, cien racimos de uvas pasas y doscientos panes de higos secos, y lo cargó sobre unos asnos, (I Samuel 25, 18)

  • Apenas vio a David, se apresuró Abigaíl a bajar del asno y cayendo ante David se postró en tierra, y (I Samuel 25, 23)

  • David dijo a Abigaíl: «Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro. (I Samuel 25, 32)

  • Cuando Abigaíl llegó donde Nabal, estaba celebrando en su casa un banquete regio; estaba alegre su corazón y completamente borracho. No le dijo una palabra, ni grande ni pequeña, hasta el lucir del día. (I Samuel 25, 36)

  • Oyó David que Nabal había muerto y dijo: «Bendito sea Yahveh que ha defendido mi causa contra la injuria de Nabal y ha preservado a su siervo de hacer mal. Yahveh ha hecho caer la maldad de Nabal sobre su cabeza.» Envió David mensajeros para proponer a Abigaíl que fuera su mujer. (I Samuel 25, 39)

  • Llegaron los mensajeros de David a casa de Abigaíl en Carmelo y le hablaron diciendo: «David nos envía a ti para tomarte por mujer.» (I Samuel 25, 40)

  • Se levantó Abigaíl apresuradamente, montó en su asno y, seguida de cinco de sus siervas, se fue tras los enviados de David y fue su mujer. (I Samuel 25, 42)

  • Se asentó David con Akís en Gat, él y sus hombres, cada cual con su familia; David con sus dos mujeres, Ajinoam de Yizreel y Abigaíl, mujer de Nabal, de Carmelo. (I Samuel 27, 3)

  • Habían sido llevadas las dos mujeres de David, Ajinoam de Yizreel y Abigaíl, mujer de Nabal de Carmelo. (I Samuel 30, 5)

  • Subió allí David con sus dos mujeres, Ajinoam de Yizreel y Abigaíl la mujer de Nabal de Carmelo. (II Samuel 2, 2)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina