Talált 115 Eredmények: vestiduras blancas
Cuando entren por las puertas del atrio interior, se revestirán con vestiduras de lino: no llevarán ropa de lana cuando presten servicio a las puertas del atrio interior y en la Casa. (Ezequiel 44, 17)
Cuando salgan al atrio exterior, donde está el pueblo, se quitarán las vestiduras que se hayan puesto para prestar servicio, dejándolas en las habitaciones del Santuario, y se pondrán otra ropa, para no santificar al pueblo con sus vestiduras. (Ezequiel 44, 19)
¡Él convirtió mi viña en una desolación e hizo trizas mi higuera; las peló por completo y las derribó, y sus ramas se volvieron blancas! (Joel 1, 7)
Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y vuelvan al Señor, su Dios, porque él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y rico en fidelidad, y se arrepiente de sus amenazas. (Joel 2, 13)
El ángel tomó la palabra y dijo a los que estaban de pie delante de él: "Quítenle la ropa sucia". Luego dijo a Josué: "Yo te he sacado de encima tu iniquidad y te pondré vestiduras de fiesta". (Zacarías 3, 4)
Y añadió: "Coloquen sobre su cabeza un turbante limpio y pónganle vestiduras de fiesta". Ellos le pusieron el turbante limpio sobre la cabeza y las vestiduras de fiesta, mientras el ángel del Señor permanecía allí de pie. (Zacarías 3, 5)
Así habla el Señor de los ejércitos: En aquellos días, diez hombres de todas las lenguas que hablan las naciones, tomarán a un judío por el borde de sus vestiduras y le dirán: "Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes". (Zacarías 8, 23)
Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. (Mateo 17, 2)
Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: «Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la blasfemia. (Mateo 26, 65)
Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron de nuevo sus vestiduras y lo llevaron a crucificar. (Mateo 27, 31)
Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron; (Mateo 27, 35)
Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. (Mateo 28, 3)