Talált 167 Eredmények: nación impía
Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación». (Juan 11, 48)
¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?». (Juan 11, 50)
No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir por la nación, (Juan 11, 51)
y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos. (Juan 11, 52)
y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la justicia es agradable a él. (Hechos 10, 35)
Hicieron comparecer a Pablo, y Tértulo presentó la acusación en estos términos: «Excelentísimo Félix: La profunda paz de que gozamos gracias a ti y las reformas que nuestra nación debe a tu gobierno, (Hechos 24, 2)
Cuando el gobernador hizo señas a Pablo de que hablara, este respondió: «Con entera confianza voy a defender mi causa, porque sé que gobiernas esta nación desde hace varios años. (Hechos 24, 10)
Pero vuelvo a preguntarme: ¿Es posible que Israel no haya comprendido? Ya lo dijo Moisés: Yo los pondré celosos con algo que no es un pueblo, los irritaré con una nación insensata. (Romanos 10, 19)
Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz: (I Pedro 2, 9)
También le fue permitido combatir contra los santos hasta vencerlos, y se le dio poder sobre toda familia, pueblo, lengua y nación. (Apocalipsis 13, 7)
Luego vi a otro Ángel que volaba en lo más alto del cielo, llevando una Buena Noticia, la eterna, la que él debía anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, familia, lengua y pueblo. (Apocalipsis 14, 6)