Talált 401 Eredmények: engaño de jacob
Y cuando los animales que entraban en celo eran robustos, Jacob ponía las ramas en los bebederos, bien a la vista de los animales, para que se unieran delante de las ramas; (Génesis 30, 41)
pero cuando los animales eran débiles, no las ponía. Así los animales robustos eran para Jacob, y los débiles para Labán. (Génesis 30, 42)
De esta manera Jacob se hizo extremadamente rico, y llegó a tener una gran cantidad de ganado, de esclavos, esclavas, camellos y asnos. (Génesis 30, 43)
Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo: "Jacob se ha apoderado de todos los bienes de nuestro padre, y a expensas de él ha conseguido toda esta riqueza". (Génesis 31, 1)
Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía para que fueran a encontrarse con él en el campo donde estaba el rebaño, (Génesis 31, 4)
Y en el sueño, el Ángel de Dios me llamó: ‘¡Jacob!’. ‘Aquí estoy’, le respondí. (Génesis 31, 11)
Inmediatamente Jacob hizo montar en los camellos a sus hijos y a sus mujeres, (Génesis 31, 17)
Y Jacob engañó a Labán, el arameo, porque huyó sin decirle una palabra. (Génesis 31, 20)
Así escapó Jacob con todo lo que tenía, y apenas estuvo al otro lado del Éufrates, se dirigió hacia la montaña de Galaad. (Génesis 31, 21)
Al tercer día notificaron a Labán que Jacob había huido. (Génesis 31, 22)
Pero esa misma noche, Dios se apareció en sueños a Labán, el arameo, y le dijo: "Cuidado con entrometerte para nada en los asuntos de Jacob". (Génesis 31, 24)
Cuando Labán alcanzó a Jacob, este había instalado su campamento en la montaña. Labán, por su parte, acampó en la montaña de Galaad. (Génesis 31, 25)