Talált 68 Eredmények: copa de ira
Te llenarás de embriaguez y de aflicción. ¡Copa de ruina y desolación es la copa de tu hermana Samaría! (Ezequiel 23, 33)
A un ciprés, a un cedro del Líbano, de hermoso ramaje, de follaje tupido, de altura tan elevada que su copa emerge entre las nubes. (Ezequiel 31, 3)
Era hermoso por su grandeza, por la envergadura de su copa, porque sus raíces se hundían en las aguas caudalosas. (Ezequiel 31, 7)
Por eso, así habla el Señor: Por haberse elevado tan alto, por haber erguido su copa entre las nubes, y por haberse ensoberbecido a causa de su altura, (Ezequiel 31, 10)
y gente extranjera, las más feroces de las naciones, lo han talado y arrojado por las montañas. Sus ramas cayeron en todos los valles, y su copa se desgajó en los cauces de todos los ríos del país. Todos los pueblos de la tierra se han apartado de su sombra, y lo han abandonado. (Ezequiel 31, 12)
para que ningún árbol plantado junto a las aguas se eleve tan alto ni levante su copa entre las nubes, y para que ningún árbol bien regado intente erguirse hasta ellas con toda su altura. ¡Porque todos están destinados a la muerte, a las regiones profundas, en medio de los seres humanos que bajan a la Fosa! (Ezequiel 31, 14)
El Señor de los ejércitos los escudará; ellos triunfarán y pisotearán las piedras de las hondas, beberán la sangre como si fuera vino, se llenarán como la copa de la aspersión, como los ángulos del altar. (Zacarías 9, 15)
Yo haré de Jerusalén una copa de vértigo para todos los pueblos de alrededor, y lo mismo pasará con Judá cuando asedien a Jerusalén. (Zacarías 12, 2)
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno! (Mateo 23, 25)
¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera. (Mateo 23, 26)
Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, diciendo: «Beban todos de ella, (Mateo 26, 27)
Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. (Marcos 14, 23)