Talált 93 Eredmények: mensajeros
Israel mandó entonces mensajeros a Sijón, rey de los amorreos, que reinaba en Jesbón, y le dijo: Déjame, por favor, pasar por tu país hasta llegar a mi destino. (Jueces 11, 19)
Dio esta orden a sus mensajeros: «Esto dirán a todos los israelitas: ¿Se ha visto alguna vez cosa semejante desde que los israelitas subieron del país de Egipto hasta hoy? Piensen en ello, consulten y tomen una decisión.» Todos los que lo veían, decían: «Nunca ha ocurrido ni se ha visto cosa igual desde que los israelitas subieron del país de Egipto hasta hoy.» (Jueces 19, 30)
Las tribus de Israel enviaron mensajeros por toda la tribu de Benjamín para decirles: «¿Qué crimen es este que se ha cometido entre ustedes? (Jueces 20, 12)
Entonces la comunidad envió mensajeros a los benjaminitas que estaban en la peña de Rimmón para hacer las paces. (Jueces 21, 13)
El pueblo envió mensajeros a Silo y sacaron de allí el Arca de Yavé de los Ejércitos, que se sienta sobre los querubines. Jofni y Finjas,hijos de Helí, acompañaban el Arca. (1 Samuel 4, 4)
Entonces los jefes de Jabés le contestaron: «Danos un plazo de siete días. Vamos a mandar mensajeros por todo el territorio de Israel, y si no hay nadie que nos ayude, entonces nos rendiremos a ti.» (1 Samuel 11, 3)
Llegaron los mensajeros a Guibea, donde vivía Saúl, y contaron estas cosas al pueblo, y todos se pusieron a gritar y a llorar. (1 Samuel 11, 4)
Entonces despidieron a los mensajeros con esta respuesta para los de Jabés: «Mañana, cuando salga el sol, iremos a liberarlos.» (1 Samuel 11, 9)
En vista de esto Saúl envió mensajeros a Jesé con esta orden: «Mándame a tu hijo David, el que está con el rebaño.» (1 Samuel 16, 19)
Se le hizo saber a Saúl, quien mandó otros mensajeros, pero también ellos se pusieron a profetizar. Por tercera vez envió otro grupo y le pasó lo mismo. (1 Samuel 19, 21)
Uno de los muchachos de Nabal contó a Abigaíl, su esposa, cómo David había enviado mensajeros para saludar a su patrón y cómo éste los había tratado con desprecio. (1 Samuel 25, 14)
Al saber David que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea Yavé, que me ha hecho justicia por la injuria que yo recibí de Nabal! Me ha impedido hacer el mal y ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza.»David envió mensajeros para proponer matrimonio a Abigaíl. (1 Samuel 25, 39)