Talált 170 Eredmények: cuidado del prójimo
Pero si un hombre, por odio a su prójimo, le tiende una emboscada, se lanza sobre él y lo hiere de muerte, si luego el agresor huye a una de estas ciudades, (Deuteronomio 19, 11)
los llevarán a los dos y los apedrearán hasta que mueran: la joven porque no gritó y no pidió ayuda, estando en la ciudad, y el hombre, porque deshonró a la mujer de su prójimo. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 22, 24)
Si entras en la viña de tu prójimo, podrás comer las uvas que quieras, pero no podrás llevarte ninguna. (Deuteronomio 23, 25)
Si pasas por los sembrados de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano, pero no meterás la hoz en las mieses de tu prójimo. (Deuteronomio 23, 26)
Si prestas algo a tu prójimo, no entrarás en su casa para tomar alguna prenda. (Deuteronomio 24, 10)
Maldito el que corre los límites de la heredad de su prójimo. Todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 17)
Maldito aquel que mata a traición a su prójimo. Todo el pueblo dirá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 24)
Y si llega el que quiere vengar al muerto, no lo entregarán en sus manos, por cuanto mató a su prójimo sin quererlo ni tenerle odio. (Josué 20, 5)
Así que tengan mucho cuidado: ustedes amarán a Yavé, su Dios. (Josué 23, 11)
Por eso, desde ahora, ten cuidado de no tomar vino ni bebidas alcohólicas, ni consumir alimentos impuros. (Jueces 13, 4)
y David alternaba sus viajes al campamento de Saúl con el cuidado del rebaño de su padre en Belén. (1 Samuel 17, 15)
David, al ver esto, dejó las cosas al cuidado del guarda de equipajes, corrió a las filas y fue a saludar a sus hermanos. (1 Samuel 17, 22)