Trouvé 33 Résultats pour: regalo

  • se presentó a Demetrio, hacia el año 151, y le regaló una corona de oro, una palma y unos ramos de olivo, que se creían procedentes del templo. Aquel día no pidió nada. (II Macabeos 14, 4)

  • Un regalo en secreto calma la cólera, un don oculto la violenta ira. (Proverbios 21, 14)

  • ¿Es que el rocío no templa el ardor del sol? Así una buena palabra es mejor que un regalo. (Eclesiástico 18, 16)

  • de apropiarte de la parte de otro o de su regalo, y de mirar a mujer que tiene marido; (Eclesiástico 41, 23)

  • En aquel tiempo, Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, mandó cartas y un regalo a Ezequías al enterarse de su enfermedad y de su curación. (Isaías 39, 1)

  • Puedes dirigirte a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto al frente de las ciudades de Judá, y quedarte con él entre el pueblo; puedes ir también adonde quieras". Luego el jefe de la escolta le dio provisiones y un regalo, y lo despidió. (Jeremías 40, 5)

  • Esto dice el Señor Dios: Si el príncipe hace un regalo a alguno de sus hijos, tomándolo de los bienes propios, el regalo pertenecerá a sus hijos y lo poseerán como herencia. (Ezequiel 46, 16)

  • Pero si de su heredad hace un regalo a alguno de sus servidores, pertenecerá a éste sólo hasta el año jubilar, en que volverá al príncipe. Su heredad pasará sólo a sus hijos. (Ezequiel 46, 17)

  • ¿Qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido lujosamente? Los que visten lujosamente y viven con regalo están en los palacios de los reyes. (Lucas 7, 25)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina