Trouvé 81 Résultats pour: soldados
Cuando Sedecías, rey de Judá, y todos sus soldados los vieron allí, huyeron de noche, saliendo de la ciudad por el camino del parque real, que pasa por la puerta que está entre las dos murallas, y se dirigieron hacia el valle del Jordán. (Jeremías 39, 4)
Ismael asesinó también a todos los judíos que estaban comiendo con Godolías y a los soldados caldeos que estaban allí. (Jeremías 41, 3)
¡A la carga, la caballería! ¡Al asalto, los carros! Adelante, soldados de Etiopía, y de Libia, que manejan escudos, y ustedes los de Libia, que tiran flechas con el arco.» (Jeremías 46, 9)
Las ciudades son conquistadas y las fortalezas ocupadas; el corazón de los soldados de Moab ha pasado a ser como el corazón de una mujer que da a luz. (Jeremías 48, 41)
Sí, es cierto, sus jóvenes caerán en sus plazas y todos sus soldados perecerán aquel día, dice Yavé de los Ejércitos. (Jeremías 49, 26)
Por eso sus jóvenes caerán en sus plazas y sus soldados perecerán aquel día, dice Yavé. (Jeremías 50, 30)
¡Espada para sus adivinos, para que se vuelvan tontos! ¡Espada para sus soldados, para que se acobarden! (Jeremías 50, 36)
los vados del río ocupados, las fortificaciones incendiadas y los soldados se ha han acobardado. (Jeremías 51, 32)
Es que viene sobre Babilonia el que la va a destruir; sus soldados son hechos prisioneros, y sus arcos, rotos. Sí, Yavé es el Dios de las represalias que paga estrictamente. (Jeremías 51, 56)
Haré emborracharse a sus jefes y a sus sabios, a sus gobernantes, funcionarios y soldados, que caerán en un sueño eterno para no despertar más. ¡Así lo declara el Rey, que se llama Yavé de los Ejércitos! (Jeremías 51, 57)
Pero las tropas caldeas persiguieron al rey y alcanzaron a Sedecías en los llanos de Jericó, donde todos sus soldados, dejándolo solo, huyeron. (Jeremías 52, 8)
Entre los ciudadanos hizo apresar a un oficial del palacio que mandaba a los soldados, a siete familiares del rey que fueron encontrados en la ciudad, al secretario del jefe del ejército, encargado del reclutamiento, y a sesenta personas de condición que se hallaban en la ciudad. (Jeremías 52, 25)