Trouvé 132 Résultats pour: clamor de los pobres

  • En mi angustia clamé a Yavé, invoqué a mi Dios, desde su templo oyó mi voz, y mi clamor llegó a sus oídos. (2 Samuel 22, 7)

  • Solamente dejó una parte del pueblo, los más pobres, para trabajar las viñas y la tierra. (2 Reyes 25, 12)

  • Atiende a la plegaria de tu siervo y a su petición, Yavé, Dios mío; escucha el clamor y la plegaria que tu siervo hace en tu presencia. (2 Crónicas 6, 19)

  • y el pueblo no podía distinguir entre los gritos de júbilo y el clamor de los llantos, porque gritaba con alegría, y el ruido se escuchaba hasta lejos. (Esdras 3, 13)

  • Tú viste la aflicción de nuestros padres en Egipto y escuchaste su clamor cerca del mar Rojo. (Nehemías 9, 9)

  • Como había abundantes alimentos dije a Tobías: «Hijo mío, busca entre los desterrados de Nínive, entre aquellos que se acuerdan del Señor, a uno de los más pobres, y tráelo a comer con nosotros. Espero hasta que vuelvas.» (Tobías 2, 2)

  • Tobías salió en busca de alguno de nuestros hermanos pobres y, cuando regresó, me dijo: «Padre, asesinaron y arrojaron a la plaza a uno de nuestro pueblo y aún está allí.» (Tobías 2, 3)

  • Hemos vuelto a ser pobres, pero no te preocupes, ya que, si temes a Dios, huyes del pecado y haces lo que a él le agrada, tendrás con esto una gran riqueza.» (Tobías 4, 21)

  • para recordar que en esos días los judíos se habían librado de sus enemigos y que, en ese mes, su angustia se había cambiado en felicidad y su duelo en día de fiesta. Los convidaba, pues, a que ese día lo pasaran alegremente, se enviaran regalos unos a otros y dieran limosna a los pobres. (Ester 9, 22)

  • De ese clamor nacía, como de un pequeño manantial, un río inmenso que desbordaba los campos. (Ester 11, 9)

  • Mi clamor ante Dios habla por mí, mientras mis lágrimas corren ante él. (Job 16, 20)

  • Porque despojó por la fuerza a los pobres y robó su casa en vez de construirla, (Job 20, 19)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina