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El Canto sublime, que es de Salomón. Ella: (Cantar 1, 1)
El canto de los músicos le viene a la dulzura del vino como una esmeralda a un brazalete de oro. (Sirácides (Eclesiástico) 32, 6)
Expandan un olor agradable como el incienso, que se abran sus flores como el lirio, den su perfume y entonen un canto ¡Bendigan al Señor por todas sus obras! (Sirácides (Eclesiástico) 39, 14)
Dio esplendor a las fiestas y realzó el brillo de las solemnidades, haciendo que se alabara el nombre del Señor: desde la aurora se oía el canto sagrado. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 10)
o como el ardor del sol en el desierto; pero tú rebajas la arrogancia de los extranjeros como el calor del sol, y haces callar el canto de los tiranos. (Isaías 25, 5)
¡Cántenle a Yavé un nuevo canto, que lo alaben hasta los extremos del mundo! ¡Que lo celebre la gente del mar y cuanto él contiene, las islas con sus habitantes! (Isaías 42, 10)
Lancen por los montes gemidos y lamentos, y un canto fúnebre por el pasto del desierto, porque ha sido quemado, y nadie pasa por allí, ni se oyen los mugidos del ganado. Desde los pájaros del cielo hasta las bestias, todas han huido, han desaparecido. (Jeremías 9, 9)
Ustedes, mujeres, escuchen la palabra de Yavé, reciban sus oídos la palabra de su boca, enseñen a sus hijas este canto fúnebre, y, unas a otras, esta lamentación: (Jeremías 9, 19)
haré cesar en las ciudades de Judá y en Jerusalén el canto de gozo y de alegría, el canto del esposo y de la esposa, y todo el país llegará a ser una desolación, sin habitantes.» (Baruc 2, 23)
Entonces cantarán por ti este canto fúnebre: ¿Dónde está la ciudad famosa a la que sus habitantes daban tanto prestigio? (Ezequiel 26, 17)
Para ti han compuesto un canto fúnebre, y se lamentan: "¿Quién era igual a Tiro en medio de los mares? (Ezequiel 27, 32)
"Hijo de hombre, entona un canto fúnebre sobre Faraón, rey de Egipto. Dirás esto: ¡Cómo! ¿Desapareció el león de las naciones? Tú eras como el dragón de los mares; hacías hervir las aguas, las removías con tus patas y producías las olas. (Ezequiel 32, 2)