Trouvé 2587 Résultats pour: ana

  • Pero es verdad que es mi hermana, pues es hija de mi padre, aunque no de mi madre, y ha pasado a ser mi esposa. (Génesis 20, 12)

  • Sara quedó embarazada, dio a luz un hijo de Abrahán siendo ya anciana, y en la misma fecha que Dios había señalado. (Génesis 21, 2)

  • Y añadió: «¡Quién hubiera dicho a Abrahán que yo amamantaría hijos! Y sin embargo, le he dado a luz un hijo en su vejez.»Abrahán despide a Agar (Génesis 21, 7)

  • Abrahán se levantó por la mañana muy temprano, tomó pan y un recipiente de cuero lleno de agua y se los dio a Agar. Le puso su hijo sobre el hombro y la despidió. Agar se marchó y anduvo errante por el desierto de Bersebá. (Génesis 21, 14)

  • Se levantó Abrahán de madrugada, ensilló su burro, llamó a dos muchachos para que lo acompañaran, y tomó consigo a su hijo Isaac. Partió leña para el sacrificio y se puso en marcha hacia el lugar que Dios le había indicado. (Génesis 22, 3)

  • en la ciudad de Kiriat-Arbe -o sea, Hebrón-, en el país de Canaán. Abrahán hizo duelo por ella y la lloró. (Génesis 23, 2)

  • Después Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en Canaán. (Génesis 23, 19)

  • y júrame por Yavé, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de raza cananea, pues vivo en medio de éstos, (Génesis 24, 3)

  • Cuando vio el anillo y los brazaletes que llevaba su hermana, y oyó decir a Rebeca: «Esto me ha dicho ese hombre...», corrió a buscar al hombre que estaba de pie junto a los camellos, al lado del pozo. (Génesis 24, 30)

  • Entonces el hombre entró en la casa y desensilló los camellos. Dieron paja y forraje a los camellos, y a él y sus acompañantes les trajeron agua para que se lavaran los pies. (Génesis 24, 32)

  • Yavé ha bendecido y enriquecido a mi amo. Le ha dado ganado, ovejas, plata y oro, servidores y sirvientas, camellos y burros. (Génesis 24, 35)

  • Mi patrón me hizo jurar y me ordenó: «No buscarás esposa para mi hijo de entre las mujeres cananeas, en cuyo país vivo, (Génesis 24, 37)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina