Löydetty 97 Tulokset: trigo

  • El ángel del Señor vino y se sentó bajo la encina de Ofrá, que pertenecía a Joás, de Abiezer. Gedeón, su hijo, estaba limpiando el trigo en el lagar para ocultarlo a Madián. (Jueces 6, 11)

  • Algún tiempo después, en los días de la siega del trigo, Sansón fue a ver a su mujer. Le llevaba un cabrito. Y dijo: "Quiero entrar a ver a mi mujer en la alcoba". Pero el suegro no le dejó entrar, (Jueces 15, 1)

  • después prendió fuego a las teas y soltó a las zorras en las mieses de los filisteos; así incendió las gavillas y el trigo sin segar, las viñas y los olivos. (Jueces 15, 5)

  • A la hora de comer, Booz le dijo: "Ven aquí, come de nuestra comida y moja tu pan en la vinagreta". Ella se sentó junto a los segadores, y Booz le ofreció trigo tostado. Después de comer y quedar satisfecha, recogió lo sobrante y lo guardó, (Rut 2, 14)

  • Y Rut siguió a los segadores de Booz, espigando hasta la terminación de la siega de la cebada y del trigo y viviendo con su suegra. (Rut 2, 23)

  • Las gentes de Bet Semes estaban segando el trigo en el valle. Alzaron la vista, vieron el arca del Señor y salieron gozosamente a su encuentro. (I Samuel 6, 13)

  • ¿No estamos en el tiempo de la siega del trigo? Pues bien, voy a invocar al Señor y él mandará truenos y lluvia, para que sepáis y veáis el gran mal que le habéis hecho a los ojos del Señor al pedir para vosotros un rey". (I Samuel 12, 17)

  • Jesé dijo a su hijo David: "Toma unos cuarenta y cinco kilos de trigo tostado y estos diez panes para tus hermanos y llévaselos de prisa al campamento. (I Samuel 17, 17)

  • La portera de la casa, que estaba limpiando el trigo, se había dormido, y Recab y su hermano Baaná (II Samuel 4, 6)

  • trajeron camas, mantas, copas y vasos de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, (II Samuel 17, 28)

  • Y David eligió la peste. Era el tiempo de la siega del trigo. Y el Señor envió la peste desde la mañana hasta el tiempo establecido; y murieron, desde Dan hasta Berseba, setenta mil hombres del pueblo. (II Samuel 24, 15)

  • Traían también la cebada y el trigo para los caballos de tiro y de montar al lugar donde él estaba, según su turno. (I Reyes 5, 8)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina