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  • Y el Faraón dio órdenes a sus hombres, que lo condujeron a la frontera, y con él a su mujer y todo cuanto poseía. (Génesis 12, 20)

  • de allí fueron al otro lado del Arnón... Este río salía, en el desierto, de los confines de los amorreos, y servía de frontera entre Moab y los amorreos. (Números 21, 13)

  • y la pendiente de los valles que se inclinan hacia la ciudad de Ar y se apoya en la frontera de Moab". (Números 21, 15)

  • Israel lo derrotó al filo de la espada, y conquistó su territorio desde el Arnón hasta el Yaboc, hasta los amonitas, pues Yahás estaba en la frontera de los amonitas. (Números 21, 24)

  • Balac supo que llegaba Balaán y salió a su encuentro hacia Ir Moab, en la frontera del Arnón, al final de la frontera. (Números 22, 36)

  • La región meridional de vuestra heredad empezará en el desierto de Sin, que confina con Edón. Vuestra frontera meridional, por la parte oriental, arrancará del extremo del mar Muerto. (Números 34, 3)

  • Partiendo de Asemón, la frontera torcerá hacia el torrente de Egipto y morirá en el mar. (Números 34, 5)

  • Como frontera occidental tendréis el mar Mediterráneo. (Números 34, 6)

  • La frontera norte será ésta: trazaréis una línea desde el mar Mediterráneo hasta Hor de la Montaña; (Números 34, 7)

  • Continuará por Zefrón para terminar en Enán. Ésta será vuestra frontera norte. (Números 34, 9)

  • Vuestra frontera oriental irá de Jasar Enán a Sefán. (Números 34, 10)

  • La frontera seguirá entonces el río Jordán hasta llegar al mar Muerto. Ésta será vuestra tierra y las fronteras que la rodearán". (Números 34, 12)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina