Löydetty 35 Tulokset: 24 clases sacerdotales
Cuando los sacerdotes salieron del santuario (todos los sacerdotes presentes se habían purificado sin distinción de clases), (II Crónicas 5, 11)
Estableció luego en sus servicios, según las disposiciones de su padre, las clases sacerdotales; y lo mismo hizo con los levitas encargados de cantar las alabanzas y asistir a los sacerdotes, según el ritual cotidiano, y con las respectivas clases de porteros de cada una de las puertas; todo conforme a las disposiciones de David, hombre de Dios. (II Crónicas 8, 14)
Ezequías restableció las clases de sacerdotes y de los levitas y asignó a cada uno su servicio: los holocaustos, los sacrificios de reconciliación, el servicio, la acción de gracias y la alabanza con las puertas del campamento del Señor. (II Crónicas 31, 2)
Bajo sus órdenes estaban Eden, Minyamín, Jesúa, Semayas, Amarías y Secanías, los cuales residían permanentemente en las ciudades sacerdotales para hacer la distribución entre sus hermanos divididos en clases, lo mismo a grandes que a pequeños, (II Crónicas 31, 15)
a todos los que iban al templo del Señor, según el estatuto diario, a prestar sus servicios según sus funciones y según sus clases con tal que estuvieran en el registro que incluía a los varones de tres años para arriba. (II Crónicas 31, 16)
El registro de los sacerdotes estaba hecho por familias patriarcales; y el de los levitas mayores de veinte años, por sus funciones y sus clases; (II Crónicas 31, 17)
Construyó depósitos para almacenar vino, trigo y aceite, establos para las distintas clases de ganado y apriscos para sus rebaños. (II Crónicas 32, 28)
Estad en vuestros puestos en el santuario al servicio de las clases de las familias patriarcales, y de vuestros hermanos, hijos del pueblo. Un grupo de levitas por cada familia patriarcal. (II Crónicas 35, 5)
treinta copas de oro y cuatrocientas diez de plata y mil utensilios de otras clases. (Esdras 1, 10)
Con arreglo a sus posibilidades, entregaron al tesoro de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil minas de plata y cien túnicas sacerdotales. (Esdras 2, 69)
Organizaron los turnos de los sacerdotes y las clases de los levitas para el servicio del templo de Dios, en Jerusalén, conforme está escrito en el libro de Moisés. (Esdras 6, 18)
Algunos de los cabezas de familia hicieron donativos para la obra. El gobernador dio al tesoro mil dracmas de oro, cincuenta copas y treinta túnicas sacerdotales. (Nehemías 7, 69)