Löydetty 32 Tulokset: verdadero

  • A ti se te ha dado a ver todo esto, para que sepas que Yahveh es el verdadero Dios y que no hay otro fuera de él. (Deuteronomio 4, 35)

  • Has de saber, pues, que Yahveh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos, (Deuteronomio 7, 9)

  • Durante mucho tiempo Israel estará sin verdadero Dios, sin sacerdote que enseñe y sin ley. (II Crónicas 15, 3)

  • Esto hizo Ezequías en todo Judá haciendo lo bueno y recto y verdadero ante Yahveh su Dios. (II Crónicas 31, 20)

  • Se investigó el caso y resultó verdadero; por lo que fueron colgados los dos del madero y se consignó por escritos, en los Anales, en presencia del rey. (Ester 2, 23)

  • Así comenzó entonces, herido, a abatir su excesivo orgullo y a llegar al verdadero conocimiento bajo el azote divino, en tensión a cada instante por los dolores. (II Macabeos 9, 11)

  • El malo consigue un jornal falso; el que siembra justicia, un salario verdadero. (Proverbios 11, 18)

  • Pues su comienzo es el deseo más verdadero de instrucción, la preocupación por la instrucción es el amor, (Sabiduría 6, 17)

  • Fue él quien me concedió un conocimiento verdadero de los seres, para conocer la estructura del mundo y la actividad de los elementos, (Sabiduría 7, 17)

  • A la vista de los seres que les atormentaban y les indignaban, de aquellos seres que tenían por dioses y eran ahora su castigo, abrieron los ojos y reconocieron por el Dios verdadero a aquel que antes se negaban a conocer. Por lo cual el supremo castigo descargó sobre ellos. (Sabiduría 12, 27)

  • Mas tú, Dios nuestro, eres bueno y verdadero, paciente y que con misericordia gobiernas el universo. (Sabiduría 15, 1)

  • Pero Yahveh es el Dios verdadero; es el Dios vivo y el Rey eterno. Cuando se irrita, tiembla la tierra, y no aguantan las naciones su indignación. (Jeremías 10, 10)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina