Löydetty 35 Tulokset: socorro
a tus hijos, en cambio, ni dientes de serpientes venenosas los vencieron, pues vino tu misericordia en su socorro y los sanó. (Sabiduría 16, 10)
Amigos y socorro para el tiempo de tribulación, pero más que ambos salva la limosna. (Eclesiástico 40, 24)
Clamé al Señor, padre de mi Señor: «No me abandones en días de tribulación, en la hora de los orgullosos, cuando no hay socorro. Alabaré tu nombre sin cesar, te cantaré en acción de gracias.» (Eclesiástico 51, 10)
Pues ¿qué haréis para el día de la cuenta y la devastación que de lontananza viene? ¿a quién acudiréis para pedir socorro? ¿dónde dejaréis vuestra gravedad? (Isaías 10, 3)
Porque es día de perturbación, de extravío y de aplastamiento para el Señor Yahveh Sebaot. En el valle de la Visión se zapa un muro y el grito de socorro llega a la montaña, (Isaías 22, 5)
Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad, (Isaías 58, 9)
Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Así diréis al rey de Judá que os envía a mí, a consultarme: He aquí que las fuerzas de Faraón que salían en vuestro socorro se han vuelto a su tierra de Egipto, (Jeremías 37, 7)
Suenan gritos de socorro desde Babilonia, y un fragor desde Caldea. (Jeremías 51, 54)
Ain. Y aún se consumían nuestros ojos, esperando un socorro: ¡ilusión! Desde nuestros oteros oteábamos a una nación incapaz de salvar. (Lamentaciones 4, 17)
Tu destrucción ha sido, Israel, porque sólo en mí estaba tu socorro. (Oseas 13, 9)
para que me vea libre de los incredulos de Judea, y el socorro que llevo a Jerusalén sea bien recibido por los santos; (Romanos 15, 31)