Löydetty 192 Tulokset: esposa

  • Después se acercó a Sara, la esposa de su hijo Tobías, y la bendijo, diciendo: "¡Bienvenida, hija mía! ¡Bendito sea Dios, que te trajo hasta nosotros! ¡Bendito sea tu padre, bendito sea mi hijo Tobías, y bendita seas tú, hija mía! ¡Entra en tu casa con gozo y bendición!". (Tobías 11, 17)

  • Él me ha conducido sano y salvo, ha curado a mi esposa, ha traído conmigo el dinero y te ha curado a ti. ¿Qué puedo darle por todo esto?". (Tobías 12, 3)

  • Cuando murió su madre, Tobías la enterró al lado de su padre. Después partió con su esposa para Media y se estableció en Ecbátana, junto a su suegro Ragüel. (Tobías 14, 12)

  • Muchos la pretendieron como esposa, pero ella no volvió a casarse, después que su esposo Manasés murió y fue a reunirse con sus antepasados. (Judit 16, 22)

  • había una pequeña fuente convertida en río, luego una luz además del sol y agua abundante. El río es Ester, a la que el rey tomó por esposa y convirtió en reina; (Ester 10, 6)

  • Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. (Salmos 128, 3)

  • El recién casado entonó un canto fúnebre; sentada en el lecho nupcial, la esposa estuvo de duelo. (I Macabeos 1, 27)

  • Establezcamos ahora vínculos de amistad entre nosotros: dame a tu hija por esposa, y yo seré tu yerno, y a ti y a ella les haré regalos dignos de ti". (I Macabeos 10, 54)

  • Yo la amé y la busqué desde mi juventud, traté de tomarla por esposa y me enamoré de su hermosura. (Sabiduría 8, 2)

  • Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como una joven esposa, (Eclesiástico 15, 2)

  • ¡Feliz el que vive con una esposa inteligente, el que no ha incurrido en falta con su lengua y el que no ha servido a un patrón indigno de él! (Eclesiástico 25, 8)

  • ¡Feliz el marido de una buena esposa:se duplicará el número de sus días! (Eclesiástico 26, 1)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina