Löydetty 205 Tulokset: árbol bueno
Él replicó: "¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?". (Génesis 3, 11)
Y dijo al hombre: "Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí, maldito sea el suelo por tu culpa. Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida. (Génesis 3, 17)
Después el Señor Dios dijo: "El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre". (Génesis 3, 22)
Y después de expulsar al hombre, puso al oriente del jardín de Edén a los querubines y la llama de la espada zigzagueante, para custodiar el acceso al árbol de la vida. (Génesis 3, 24)
Yo haré que les traigan un poco de agua. Lávense los pies y descansen a la sombra del árbol. (Génesis 18, 4)
Luego tomó cuajada, leche y el ternero ya preparado, y se los sirvió. Mientras comían, él se quedó de pie al lado de ellos, debajo del árbol. (Génesis 18, 8)
Al ver que el lugar de reposo es bueno y el país muy agradable, doblega sus espaldas a la carga y se somete a un trabajo servil. (Génesis 49, 15)
Moisés invocó al Señor, y el Señor le indicó un árbol. Moisés arrojó un trozo de él en el agua, y esta se volvió dulce. Allí el Señor les impuso una legislación y un derecho, y allí los puso a prueba. (Exodo 15, 25)
No está permitido cambiarlo o sustituirlo por otro, ya sea bueno por malo o malo por bueno. Si alguien sustituye un animal por otro, tanto el animal ofrecido como su sustituto serán una cosa sagrada. (Levítico 27, 10)
Nadie deberá seleccionar entre lo bueno y lo malo, o sustituir uno por otro. Si hace el cambio, tanto el animal ofrecido como su sustituto serán una cosa sagrada, y no se los podrá rescatar. (Levítico 27, 33)
‘Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría transgredir una orden del Señor, haciendo algo por mi cuenta, ni bueno ni malo. Yo debo decir únicamente lo que dice el Señor’. (Números 24, 13)
Y también entrarán los niños -esos que según ustedes iban a ser presa del enemigo- los hijos de ustedes, que aún no saben distinguir lo bueno de lo malo; a ellos les daré la tierra y ellos la poseerán. (Deuteronomio 1, 39)