Löydetty 113 Tulokset: palacio

  • Ezequías estuvo tan contento que enseñó a los mensajeros la sala del tesoro, con la plata, el oro, los perfumes, los aceites aromáticos, como también su arsenal y todo lo que había en sus bodegas. Nada quedó de su palacio y de sus dependencias que no se lo mostrase Ezequías. (Isaías 39, 2)

  • Isaías le preguntó: «¿Qué han visto en tu palacio?» Ezequías respondió: «Han visto todo lo que hay en mi palacio. No ha quedado nada en mis almacenes que no les haya mostrado.» (Isaías 39, 4)

  • Vendrán días en que todo lo que hay en tu palacio y todo lo que han atesorado tus padres hasta el día de hoy será llevado a Babilonia y no quedará nada. (Isaías 39, 6)

  • E incluso tus hijos, que tú has engendrado, servirán como eunucos en el palacio del rey de Babilonia.» (Isaías 39, 7)

  • Yavé me dijo: «Baja al palacio del rey de Judá, y allí entregarás esta palabra: (Jeremías 22, 1)

  • Pero si no escuchan estas palabras, les juro por mí mismo -Yavé es quien habla-, este palacio será destruido.» (Jeremías 22, 5)

  • Pues así se expresa Yavé respecto a este palacio de Judá: Me gustaría verte ensalzado como el país de Galaad, como una cumbre del Líbano, mas te voy a dejar hecho un desierto o una ciudad sin habitantes. (Jeremías 22, 6)

  • Tú piensas: «Me voy a construir un palacio suntuoso, con pisos espaciosos; luego abriré ventanas y las cubriré con madera de cedro, toda pintada de rojo.» (Jeremías 22, 14)

  • Al enterarse de esto, los jefes de Judá subieron desde el palacio del rey a la Casa de Yavé, donde se sentaron para juzgar el asunto a la entrada de la Puerta Nueva. (Jeremías 26, 10)

  • Sí, esto es lo que dice Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel, sobre los objetos que quedaron en la Casa de Yavé, en el palacio real y en Jerusalén: (Jeremías 27, 21)

  • En ese entonces, el ejército del rey de Babilonia sitiaba a Jerusalén y el profeta Jeremías se hallaba detenido en el patio de la guardia del palacio real de Judá, (Jeremías 32, 2)

  • bajó al palacio real, donde estaban reunidos todos los ministros. Ahí estaban el secretario Elisama, Dalaías, Gamarías, Elnatán, Sedecías, hijo de Hananías, y los demás ministros. (Jeremías 36, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina