Löydetty 572 Tulokset: huida a Egipto

  • Pero ¡volverán a Egipto! Ya que no han querido volver a mí, tendrán por rey a Asiria. (Oseas 11, 5)

  • De Egipto acudirán como pájaros, del país de Asur como palomas, y haré que vuelvan a habitar sus casas. Palabra de Yavé. (Oseas 11, 11)

  • Efraím vive de ilusiones y corre todo el día tras el viento de oriente. Multiplica las mentiras y las violencias, hace alianza con Asiria mientras se pone bien con Egipto. (Oseas 12, 2)

  • Yo, Yavé, que soy tu Dios desde Egipto, te haré vivir de nuevo en tiendas de campaña, como en aquellos días del Encuentro. (Oseas 12, 10)

  • Por medio de un profeta hizo subir Yavé a Israel de Egipto y por medio de un profeta lo guardó, (Oseas 12, 14)

  • Sin embargo, yo soy Yavé, tu Dios, desde la tierra de Egipto; no conoces otro Dios fuera de mí, ni tienes más Salvador que yo. (Oseas 13, 4)

  • Egipto quedará todo en ruinas y Edom en un desierto desolado, por la violencia que cometieron contra los hijos de Judá, porque derramaron sangre inocente en su tierra. (Joel 4, 19)

  • Yo, también, los saqué a ustedes de Egipto y los conduje por el desierto durante cuarenta años, para que tomaran posesión del territorio amorreo. (Amós 2, 10)

  • Escuchen, israelitas, esta palabra de Yavé que se refiere a ustedes y a todos los suyos, a quienes hizo salir de Egipto: (Amós 3, 1)

  • Desencadené sobre ustedes una peste parecida a la de Egipto; masacré por la espada a sus jóvenes y se llevaron a todos sus caballos; hice que subiera hasta sus narices la hediondez de sus muertos en combate. Y ustedes, sin embargo, no volvieron a mí -palabra de Yavé. (Amós 4, 10)

  • Yavé Sabaot es el Señor, si él toca la tierra, ésta se estremece, y se desmayan todos sus habitantes; se levanta entera, como el Nilo y, vueve a encogerse como el río de Egipto. (Amós 9, 5)

  • Hijos de Israel, ¿no son ustedes para mí iguales que los etíopes?, dice el Señor. ¿No hice subir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Caftor y a los arameos de Quis? (Amós 9, 7)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina