Löydetty 347 Tulokset: guerra de canaán

  • Sobrevino el hambre por toda la tierra de Egipto y de Canaán, y la miseria fue tan enorme que nuestros padres no encontraban qué comer. (Hecho de los Apóstoles 7, 11)

  • Luego destruyó siete naciones en la tierra de Canaán y les dio su territorio en herencia. (Hecho de los Apóstoles 13, 19)

  • ¿Qué soldado va a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién cuida ovejas y no se alimenta con la leche del rebaño? (1º Carta a los Corintios 9, 7)

  • apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sanaron de enfermedades, se mostraron valientes en la guerra y rechazaron a los invasores extranjeros. (Carta a los Hebreos 11, 34)

  • ¿De dónde proceden esas guerras y esas riñas entre ustedes? De aquí abajo, por supuesto; son el fruto de las codicias, que hacen la guerra dentro de ustedes mismos. (Carta de Santiago 4, 1)

  • Amados hermanos, por ser aquí extranjeros y forasteros, les ruego que se abstengan de los deseos carnales que hacen la guerra al alma. (1º Carta de Pedro 2, 11)

  • Estas langostas se parecen a caballos aparejados para la guerra. Pareciera que tienen en la cabeza coronas de oro y rostros como de seres humanos; (Apocalipsis 9, 7)

  • Cuando hayan concluido su misión, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará. (Apocalipsis 11, 7)

  • Entonces el dragón se enfureció contra la mujer y se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, es decir, a los que observan los mandamientos de Dios y guardan el mensaje de Jesús. (Apocalipsis 12, 17)

  • Se le concedió hacer la guerra a los santos y vencerlos; se le concedió autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. (Apocalipsis 13, 7)

  • Harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y con él vencerán los suyos, los llamados y elegidos y que se mantienen fieles.» (Apocalipsis 17, 14)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina