Löydetty 71 Tulokset: caldeos

• Incluso los mismos caldeos los desprecian. Cuando ven que uno no puede hablar, porque es mudo, lo presentan a Bel, rogándole que lo haga hablar; como si fuera capaz de entender. (Baruc 6, 40)

• la palabra de Yavé fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en el país de los caldeos, a orillas del río Quebar. Yavé puso su mano sobre mí. (Ezequiel 1, 3)

• Pero extenderé mi red a su paso y caerá en ella; lo llevaré a Babilonia, al país de los Caldeos, pero no verá esa tierra, y allí morirá. (Ezequiel 12, 13)

• Lo hizo peor aún en su prostitución cuando vio esas imágenes de Caldeos pintadas de color rojo, de esos hombres que se veían pintados en los muros, (Ezequiel 23, 14)

• Babilonios y Caldeos, los de Pegod, de Soa y de Coa, y con ellos a todos los asirios, jóvenes y hermosos, gobernadores y funcionarios, oficiales famosos y diestros caballeros. (Ezequiel 23, 23)

• Estos debían ser sin ningún defecto; debían tener buena presencia y ser de buen juicio, bien instruidos y bien educados. Permanecerían en el palacio del rey, donde se les enseñaría la lengua y la escritura de los caldeos. (Daniel 1, 4)

• Los caldeos respondieron como la primera vez: «Cuente el rey el sueño a sus servidores, y nosotros le daremos la interpretación.» (Daniel 2, 7)

• y al extenderse abrasó a los caldeos que se encontraban alrededor del horno (Daniel 3, 48)

• Pero aquella misma noche Belsasar, rey de los caldeos, fue asesinado. (Daniel 5, 30)

• Pues ahora empujo a los caldeos, pueblo terrible y arrollador, que recorre enormes distancias para apoderarse de países ajenos. (Habacuc 1, 6)

• Entonces abandonó el país de los caldeos y se estableció en Jarán. Después de la muerte de su padre, Dios hizo que se trasladara a este país en que ustedes habitan ahora. (Hecho de los Apóstoles 7, 4)