Fundar 81 Resultados para: historia de la creación

  • El resto de la historia de Zimrí y la conjuración que tramó está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (I Reyes 16, 20)

  • El resto de la historia de Omrí, sus proezas y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (I Reyes 16, 27)

  • El resto de la historia de Ajab, todo cuanto hizo, la casa de marfil que edificó y las ciudades que construyó, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (I Reyes 22, 39)

  • El resto de la historia de Josafat, las proezas que realizó y las guerras que sostuvo están escritas en el libro de los anales de los reyes de Judá. (I Reyes 22, 46)

  • El resto de la historia de Ocozías y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (II Reyes 1, 18)

  • El resto de la historia de Jorán y todo lo que hizo está escrito en los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 8, 23)

  • El resto de la historia de Jehú, sus proezas y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (II Reyes 10, 34)

  • El resto de la historia de Joás y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 12, 20)

  • El resto de la historia de Joacaz, todo lo que hizo y su valor está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (II Reyes 13, 8)

  • El resto de la historia de Joás, todo lo que hizo y su valor cuando luchó contra Amasías, rey de Judá, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (II Reyes 13, 12)

  • El resto de la historia de Joás, lo que hizo y su valor cuando luchó contra Amasías, rey de Judá, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (II Reyes 14, 15)

  • El resto de la historia de Amasías está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 14, 18)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina