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Josías hizo desaparecer todas las abominaciones de todas las regiones de los israelitas, y obligó a todos los que se hallaban en Israel a servir a Yahveh su Dios. Y mientras él vivió no se apartaron de Yahveh, el Dios de sus padres. (II Crónicas 34, 33)
El resto de los hechos de Yoyaquim, las abominaciones que cometió y todo lo que le sucedió, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá. En su lugar reinó su hijo Joaquín. (II Crónicas 36, 8)
Concluido esto, se me presentaron los jefes diciendo: «El pueblo de Israel, los sacerdotes y los levitas no se han separado de las gentes del país, hundidas en sus abominaciones - cananeos, hititas, perizitas, jebuseos, ammonitas, moabitas, egipcios y amorreos -, (Esdras 9, 1)
que por medio de tus siervos los profetas tú habías prescrito en estos términos: "La tierra en cuya posesión vais a entrar es una tierra manchada por la inmundicia de las gentes de la tierra, por las abominaciones con que la han llenado de un extremo a otro con su impureza? (Esdras 9, 11)
si da a su voz un tono amable, no te fíes, porque hay siete abominaciones en su corazón. (Proverbios 26, 25)
Por tanto, también a los que inicuamente habían vivido una vida insensata les atormentaste con sus mismas abominaciones. (Sabiduría 12, 23)
¿Se avergonzaron de las abominaciones que hicieron? Avergonzarse, no se avergonzaron; sonrojarse, tampoco supieron; por tanto caerán con los que cayeren; tropezarán cuando se les visite - dice Yahveh. (Jeremías 6, 15)
Luego venís y os paráis ante mí en esta Casa llamada por mi Nombre y decís: «¡Estamos seguros!», para seguir haciendo todas esas abominaciones. (Jeremías 7, 10)
¿Se avergonzaron de las abominaciones que hicieron? ¡Avergonzarse, no se avergonzaron; sonrojarse, tampoco supieron! Por tanto caerán con los que cayeren; tropezarán cuando se les visite - dice Yahveh -. (Jeremías 8, 12)
Pagaré doblado por su culpa y su pecado, porque ellos execraron mi tierra con la carroña de sus Monstruos abominables, y de sus Abominaciones llenaron mi heredad. (Jeremías 16, 18)
¿Y no pudiendo Yahveh aguantar más el espectáculo de vuestras malas acciones, de las abominaciones que habíais hecho, ha venido a ser la tierra vuestra una ruina, tema de pasmo y maldición y sin habitantes - como lo es hoy día -; (Jeremías 44, 22)
y haré contigo lo que jamás he hecho y lo que no volveré a hacer jamás, a causa de todas tus abominaciones. (Ezequiel 5, 9)