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Luego Amán añadió: "Además, la reina Ester preparó un banquete y me invitó a mí solo junto con el rey. Y también mañana seré su invitado en compañía del rey. (Ester 5, 12)
Entonces Zeres, su mujer, y todos sus amigos le dijeron: "Que hagan levantar un patíbulo de veinticinco metros, y mañana por la mañana le dirás al rey que cuelguen allí a Mardoqueo. Así irás contento al banquete con el rey". La propuesta agradó a Amán e hizo levantar el patíbulo. (Ester 5, 14)
Luego el rey preguntó: "¿Quién anda por el patio?". En aquel momento, Amán llegaba al atrio exterior del palacio, para pedir al rey que colgara a Mardoqueo del patíbulo que había hecho preparar para él. (Ester 6, 4)
Los cortesanos dijeron al rey: "Es Amán el que está en el patio". "¡Que entre!", ordenó el rey. (Ester 6, 5)
Apenas entró Amán, el rey le preguntó: "¿Qué habría de hacerle a un hombre a quien el rey quiere honrar?". Amán pensó entonces: "¿Hay alguien a quien el rey quiera honrar más que a mí?". (Ester 6, 6)
Entonces el rey dijo a Amán: "Toma en seguida la vestidura y el caballo, tal como lo has indicado, y haz eso mismo con Mardoqueo, el judío que está sentado en la puerta real. No omitas nada de lo que has dicho". (Ester 6, 10)
Amán tomó la vestidura y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo paseó por la calle principal de la ciudad, proclamando delante de él: "Así es tratado el hombre a quien el rey quiere honrar". (Ester 6, 11)
Luego Mardoqueo volvió a la puerta real, mientras Amán regresaba precipitadamente a su casa, dolorido y tapándose la cara de vergüenza. (Ester 6, 12)
Amán contó a Zeres, su mujer, y a todos sus amigos lo que había pasado. Entonces sus consejeros y Zeres, su mujer, le dijeron: "Si ese Mardoqueo, ante quien has comenzado a caer, pertenece a la raza de los judíos, no podrás derrotarlo; caerás irremediablemente ante él". (Ester 6, 13)
Todavía estaban hablando con Amán, cuando llegaron los eunucos del rey, y lo llevaron rápidamente al banquete que había preparado Ester. (Ester 6, 14)
El rey y Amán fueron al banquete con la reina Ester. (Ester 7, 1)
Ester respondió: "¡El enemigo y adversario es ese miserable de Amán!". Amán quedó aterrorizado ante el rey y la reina. (Ester 7, 6)