Found 91 Results for: vergüenza

  • Señor, Dios de mi padre Simeón, a quien diste una espada para vengarse de extranjeros que habían soltado el ceñidor de una virgen para mancha, que desnudaron sus caderas para vergüenza y profanaron su seno para deshonor; pues tú dijiste: «Eso no se hace», y ellos lo hicieron. (Judit 9, 2)

  • Por eso entregaste sus jefes a la muerte y su lecho, rojo de vergüenza por su engaño, lo dejaste engañado hasta la sangre. Castigaste a los esclavos con los príncipes, a los príncipes con los siervos. (Judit 9, 3)

  • Sería una vergüenza para nosotros que dejáramos marchar a tal mujer sin habernos entretenido con ella. Si no somos capaces de atraerla, luego hará burla de nosotros.» (Judit 12, 12)

  • «¡Esas esclavas eran unas pérfidas! Una sola mujer hebrea ha llenado de vergüenza la casa del rey Nabucodonosor. ¡Mirad a Holofernes, derribado en tierra y decapitado!» (Judit 14, 18)

  • Tus enemigos serán cubiertos de vergüenza, y desaparecerá la tienda de los malos. (Job 8, 22)

  • Y yo, gusano, que no hombre, vergüenza del vulgo, asco del pueblo, (Salmos 22, 7)

  • ¡Confusión y vergüenza sobre aquellos que andan buscando mi vida! ¡Vuelvan atrás y queden confundidos los que mi mal maquinan! (Salmos 35, 4)

  • ¡Vergüenza y confusión caigan a una sobre los que se ríen de mi mal; queden cubiertos de vergüenza y de ignominia los que a mi costa medran! (Salmos 35, 26)

  • Queden consternados de vergüenza los que dicen contra mí: «¡Ja, Ja!» (Salmos 40, 16)

  • que tú nos salvabas de nuestros adversarios, tú cubrías de vergüenza a nuestros enemigos; (Salmos 44, 8)

  • Todo el día mi ignominia está ante mí, la vergüenza cubre mi semblante, (Salmos 44, 16)

  • Pues por ti sufro el insulto, y la vergüenza cubre mi semblante; (Salmos 69, 8)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina