Found 25 Results for: águila
¡Miren! Él sube, planea como el águila, despliega sus alas sobre Bosrá; el corazón de los guerreros de Edóm, en aquel día, será como el corazón de una parturienta. (Jeremías 49, 22)
En cuanto a la forma de sus rostros, los cuatro tenían un rostro de hombre, un rostro de león a la derecha, un rostro de toro a la izquierda, y un rostro de águila. (Ezequiel 1, 10)
Cada uno de ellos tenía cuatro rostros: el primero era un rostro de querubín, el segundo, un rostro de hombre, el tercero, un rostro de león y el cuarto, un rostro de águila. (Ezequiel 10, 14)
Tú dirás: Así habla el Señor: El águila grande, de grandes alas y largas plumas, de espeso plumaje, lleno de colorido, llegó hasta el Líbano y tomó la copa de un cedro. (Ezequiel 17, 3)
Ella brotó y se convirtió en una vid, exuberante, de tamaño pequeño, que volvía sus ramas hacia el águila y tenía sus raíces debajo de ella. Así se convirtió en una vid, produjo ramas y dio sarmientos. (Ezequiel 17, 6)
Pero había otra águila grande, de grandes alas y abundante plumaje, y esa vid le tendió ansiosamente sus raícesy dirigió sus ramas hacia ella, para que la regara mejor que el terreno donde había sido plantada. (Ezequiel 17, 7)
En ese mismo instante, la palabra se cumplió en Nabucodonosor: él fue arrojado de entre los hombres; empezó a comer hierba como los bueyes y su cuerpo fue empapado por el rocío, hasta que sus cabellos crecieron como plumas de águila y sus uñas, como las de los pájaros. (Daniel 4, 30)
El primero era como un león y tenía alas de águila. Yo estuve mirando hasta que fueron arrancadas sus alas; él fue levantado de la tierra y puesto de pie sobre dos patas como un hombre, y le fue dado un corazón de hombre. (Daniel 7, 4)
¡Lleva a tu boca la trompeta! Como un águila, se abate la desgracia sobre la casa del Señor, porque ellos han transgredido mi alianza y se han rebelado contra mi Ley. (Oseas 8, 1)
Aunque te encumbres como el águila, aunque coloques tu nido entre las estrellas, de allí te precipitaré -oráculo del Señor-. (Abdías 1, 4)
Sus caballos son más ágiles que leopardos, más rapaces que lobos nocturnos; sus jinetes galopan, sus jinetes vienen de lejos, vuelan como el águila que se lanza sobre su presa. (Habacuc 1, 8)
Y después vi y oí a un águila que volaba en el cielo y decía con voz potente: «¡Ay de los habitantes de la tierra, cuando resuenen las trompetas que ya se disponen a tocar los otros tres Ángeles!». (Apocalipsis 8, 13)