Gefunden 590 Ergebnisse für: gran aflicción

  • ¿Y qué gran nación tiene preceptos y costumbres tan justas como esta Ley que hoy promulgo en presencia de ustedes? (Deuteronomio 4, 8)

  • Él te hizo oír su voz desde el cielo para instruirte; en la tierra te mostró su gran fuego, y desde ese fuego tú escuchaste sus palabras. (Deuteronomio 4, 36)

  • Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder; (Deuteronomio 4, 37)

  • Pero ahora, ¿por qué tendremos que morir, consumidos por este gran fuego? Si seguimos escuchando la voz del Señor, nuestro Dios, seguramente moriremos. (Deuteronomio 5, 25)

  • Pero el Señor, tu Dios, te las entregará, y sembrará entre ellas una gran confusión, hasta destruirlas. (Deuteronomio 7, 23)

  • Porque yo sentía un gran temor ante la ira y la indignación del Señor que se había desatado contra ustedes, hasta el punto de querer aniquilarlos. Pero él me escuchó una vez más. (Deuteronomio 9, 19)

  • Después de todo, ellos son tu pueblo y tu herencia, y tú los libraste con tu gran fuerza y tu brazo poderoso". (Deuteronomio 9, 29)

  • Sí, son ustedes los que han visto, con sus propios ojos, la gran obra que realizó el Señor. (Deuteronomio 11, 7)

  • No comas la víctima con pan fermentado. Durante siete días comerás pan sin levadura, que es un pan de aflicción, porque tú saliste precipitadamente de Egipto: así te acordarás siempre del día en que saliste de Egipto. (Deuteronomio 16, 3)

  • Esto es precisamente lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste: "No quiero seguir escuchando la voz del Señor, mi Dios, ni miraré más este gran fuego, porque de lo contrario moriré". (Deuteronomio 18, 16)

  • y nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano y la fuerza de su brazo, en medio de un gran terror, de signos y prodigios. (Deuteronomio 26, 8)

  • El Señor los arrancó de su suelo, con enojo, furia y gran indignación, y los deportó a otra tierra, como sucede todavía hoy". (Deuteronomio 29, 27)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina