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En cuanto a los demás judíos de las provincias reales, también se reunieron para defender sus vidas y así se libraron de los ataques de sus adversarios: ellos mataron a setenta y cinco mil entre sus enemigos, pero no recogieron ningún botín. (Ester 9, 16)
"Huyen los reyes, huyen con sus ejércitos, y te repartes como botín los adornos de un palacio. (Salmos 68, 13)
Montañas de botín fueron arrebatadas a los valientes, que ya duermen el sueño de la muerte: a los guerreros no les respondieron los brazos. (Salmos 76, 6)
Yo me alegro en tu promesa, como quien logra un gran botín. (Salmos 119, 162)
Lo proveyeron de armas y víveres, y depositaron allí el botín que habían reunido en el saqueo de Jerusalén. Así se convirtieron en una permanente amenaza. (I Macabeos 1, 35)
los objetos que eran su gloria fueron llevados como botín, sus niños masacrados en las plazas, sus jóvenes pasados al filo de la espada enemiga. (I Macabeos 2, 9)
Cuando recogieron el botín, Judas se quedó con la espada de Apolonio, y desde entonces siempre combatió con ella. (I Macabeos 3, 12)
Judas dijo al pueblo: "No tengan avidez por el botín, porque nos espera otra batalla. (I Macabeos 4, 17)
Gorgias y su ejército están cerca de nosotros en la montaña: hagan frente a nuestros enemigos y combatan contra ellos; después podrán apoderarse libremente del botín". (I Macabeos 4, 18)
y los persiguió hasta las puertas de Tolemaida. Allí sucumbieron unos tres mil hombres y Judas se apoderó del botín. (I Macabeos 5, 22)
Le comunicaron que Lisias había ido al frente de un poderoso ejército, pero había tenido que retroceder ante los judíos, y que éstos habían acrecentado su poder, gracias a las armas y al cuantioso botín tomado a los ejércitos vencidos. (I Macabeos 6, 6)
Así cayeron todos al filo de la espada, y no quedó ni uno solo. Los judíos se apoderaron de los despojos y del botín, y cortaron la cabeza de Nicanor y su mano derecha, que él había levantado con prepotencia. Luego las llevaron y las colgaron a la entrada de Jerusalén. (I Macabeos 7, 47)