Gefunden 28 Ergebnisse für: raíz
Jesús respondió: «Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz. (Evangelio según San Mateo 15, 13)
Cuando pasaban de madrugada, los discípulos vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. (Evangelio según San Marcos 11, 20)
El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.» (Evangelio según San Lucas 3, 9)
Lo que cayó sobre la roca son los que, al escuchar la palabra, la acogen con alegría, pero no tienen raíz; no creen más que por un tiempo y fallan en la hora de la prueba. (Evangelio según San Lucas 8, 13)
Algunos que se habían dispersado a raíz de la persecución cuando el asunto de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, pero sólo predicaban la Palabra a los judíos. (Hecho de los Apóstoles 11, 19)
O sea, que no basta ser hijo suyo según la carne para ser hijo de Dios; la verdadera descendencia de Abrahán son los hijos que le han nacido a raíz de la promesa de Dios. (Carta a los Romanos 9, 8)
Cuando se consagran a Dios las primicias, queda todo bendecido. Si la raíz es santa, lo serán también las ramas. (Carta a los Romanos 11, 16)
Ves que algunas ramas han sido cortadas, mientras que a ti te tomaron de un árbol silvestre para injertarte en el árbol bueno de ellos, beneficiándote así de la raíz y de la savia del olivo. (Carta a los Romanos 11, 17)
¡No desprecies a esas ramas! ¿Cómo puedes sentirte superior? No eres tú el que sostiene la raíz, sino que es la raíz la que te sostiene a ti. (Carta a los Romanos 11, 18)
A su vez Isaías dice: Cual renuevo en una raíz surgirá un descendiente de Jesé y se levantará para guiar las naciones. En él pondrán éstas su esperanza. (Carta a los Romanos 15, 12)
Que les ilumine la mirada interior, para que entiendan lo que esperamos a raíz del llamado de Dios, qué herencia tan grande y gloriosa reserva Dios a sus santos, (Carta a los Efesios 1, 18)
Arranquen de raíz de entre ustedes disgustos, arrebatos, enojos, gritos, ofensas y toda clase de maldad. (Carta a los Efesios 4, 31)