Gefunden 145 Ergebnisse für: fruto del vientre

  • Pero Asael no quiso apartarse, y Abner le atravesó el vientre con la lanza, que salió por la espalda. Allí mismo cayó y murió. Todos los que pasaban se detenían en el lugar donde Asael había caído muerto. (2 Samuel 2, 23)

  • Así dice Yavé: «Cuando se hayan acabado tus días y vayas a descansar con tus padres, yo pondré en el trono a tu hijo, fruto de tus entrañas, y afirmaré su poder. (2 Samuel 7, 12)

  • Amasá no vió la espada que Joab tenía en la mano, y éste lo hirió en el vientre, derramando sus entrañas en el suelo; no tuvo que repetir el golpe, pues Amasá murió. Luego Joab y su hermano Abisaí siguieron en persecución de Sebá, hijo de Bikrí. (2 Samuel 20, 10)

  • Jazael le preguntó: «¿Por qué lloras, mi señor?» Le respondió: «Porque acabo de ver el mal que harás a los hijos de Israel: pasarás a fuego sus fortalezas, matarás a espada a sus jóvenes, aplastarás a sus niños y abrirás el vientre a sus mujeres embarazadas.» (2 Reyes 8, 12)

  • Entonces, Menajem se apoderó de Tapuaj y mató a todos sus habitantes, devastando su territorio desde Tirsá, porque no quisieron abrirle las puertas. Y a todas las mujeres embarazadas les abrió el vientre. (2 Reyes 15, 16)

  • tú mismo padecerás una enfermedad en el vientre tan maligna, que irás echando las entrañas poco a poco un día tras otro.» (2 Crónicas 21, 15)

  • Después de todo esto lo hirió Yavé con una enfermedad incurable en el vientre (2 Crónicas 21, 18)

  • pues no me cerró la puerta del vientre de mi madre para así ahorrarme a la salida la miseria. (Job 3, 10)

  • Sería como si no hubiese existido nunca y me habrían llevado del vientre materno al sepulcro. (Job 10, 19)

  • Quien concibe el mal da a luz la desgracia, en su propio vientre madura la decepción.» (Job 15, 35)

  • Tiene que vomitar las riquezas que tragó, Dios las hace salir de su vientre. (Job 20, 15)

  • Devuelve su ganancia sin tragarla, y no puede gozar el fruto de su negocio. (Job 20, 18)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina