Encontrados 213 resultados para: santuario
Les dirás: Escuchad la palabra del Señor Dios. Esto dice el Señor Dios: Porque os reíais cuando mi santuario era profanado, cuando la tierra de Israel era devastada, cuando la casa de Judá marchaba al destierro, (Ezequiel 25, 3)
Haré con ellos una alianza de paz que no tendrá fin; los estableceré y los multiplicaré y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre. (Ezequiel 37, 26)
Y sabrán las gentes que yo, el Señor, consagro a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos por siempre". (Ezequiel 37, 28)
La anchura de la puerta era de cinco metros: dos metros y medio por un lado y dos y medio por el otro. Midió también el santuario: veinte metros de largo por diez de ancho. (Ezequiel 41, 2)
Midió también la longitud del edificio frente al espacio cercado de la parte de atrás, con sus pórticos a uno y a otro lado: cincuenta metros. El interior del santuario y los vestíbulos del atrio, (Ezequiel 41, 15)
Desde el suelo hasta la parte superior de la puerta había representados querubines y palmeras, así como por las paredes internas del santuario. (Ezequiel 41, 20)
Las jambas del santuario eran cuadrangulares. Delante del lugar santo había algo así como (Ezequiel 41, 21)
En las puertas del santuario estaban esculpidos querubines y palmeras, como los de los muros; y sobre la fachada del vestíbulo, por el exterior, había un arquitrabe de madera. (Ezequiel 41, 25)
En efecto, la longitud de las salas que daban al atrio exterior era de veinticinco metros, mientras que por el lado de la fachada del santuario era de cincuenta metros. (Ezequiel 42, 8)
Luego tomarás el novillo del sacrificio por el pecado y lo quemarás en el lugar del templo designado para ello, fuera del santuario. (Ezequiel 43, 21)
habéis introducido extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de cuerpo en mi santuario para que profanen mi templo, mientras vosotros me ofrecíais mi pan, grasa y sangre, quebrantando así mi alianza con todas vuestras monstruosidades. (Ezequiel 44, 7)
No habéis observado mis ritos sagrados, sino que se lo habéis encomendado a extranjeros en mi santuario. (Ezequiel 44, 8)